Siguiendo con los contenedores para flores, os traigo un tutorial para que podais realizar una bonita maceta o jardinera a partir de un viejo tronco de árbol. No sólo aportareis un atractivo toque rústico a vuestro espacio favorito, si no que además evitamos tener que comprar recipiente alguno para sembrar nuestras plantas, reciclando y a coste prácticamente cero.
Dependiendo del tipo de tronco que utilicemos podremos hacer macetas, jardineras o maceteros de pie que podremos combinar y nos servirán para decorar ese rincón que tenemos olvidado hace tiempo.
Todos tenemos o hemos tenido en alguna ocasión una horrible maceta o jardinera de plástico, en el mejor de los casos de color verde, que por uno u otro motivo termina siendo plantada año tras año. Para cambiar su áspecto y que de un toque mucho más decorativo en un nuestro jardín o patio, os muestro una pequeña manualidad con la que en un pequeño rato, y tan sólo con un poco de arena, cola blanca y un barniz en spray las haremos parecer diferentes.
Después de haber estado haciendo trabajos con los palets, nos propusimos dar uso a los retales que quedan de las tablas y que suelen ser difícil de utilizar. De este modo decidimos hacer una bordura de madera, que siempre es una buena opción para delimitar
el contorno de nuestros parterres de flores y aromáticas; además,
también nos puede servir para proteger y decorar los troncos de nuestros
árboles.
Para su realización sólo necesitamos cortar, lijar y barnizar nuestras tablas a la medida que necesitemos, si queremos podemos además darles forma triangular o curva realizando el corte del modo elegido; unirlas con la grapadora con la ayuda de un alambre y estarán listas para su colocación. Tendremos en cuenta que si son para parterre serán todas de la misma medida e irán enterradas al menos cinco centímetros, mientras que si son para un árbol dejaremos cada cinco tablas una más larga (unos cinco centímetros), para clavarla al suelo y evitar que la bordura se mueva de su sitio.
Para la elaboración de nuestro sustrato hemos optado por una mezcla de fibra de coco y humus de lombriz, en una proporción de 60% - 40%. Además de la incorporación de perlita y vermiculita, minerales estos que ayudarán a la aireación de raíces, mejorando el drenaje y la retención de humedad.
Entre las propiedades de la fibra de coco, cabe destacar, lo extremadamente liviana y ligera que es, de muy poco peso. Es un material que no se compacta mucho y que permite por tanto un perfecto desarrollo de raíces y planta. Además retiene la humedad y nutrientes, evitando la pérdida excesiva de ellos. Por contra quizá no sea un sustrato muy barato para tratarse del deshecho no utilizable del coco, recordemos que está conformada por las fibras cortadas de la cáscara del mismo; pero aún así su precio ronda la media de cualquier otro sustrato y con la ventaja de tratarse de un producto reciclado y que no destruye el medioambiente como por ejemplo las turberas. También posee una capacidad de germinación asombrosa y por ello sea, probablemente, uno de los mejores sustratos a la hora de plantar nuestros semilleros.
En cuanto al humus de lombriz, reseñar que es uno de los mejores abonos existentes. Muy apto para mejorar la calidad de siembras, contiene hongos y bacterias benéficas para el suelo; además de buenas cantidades de calcio, potasio y fósforo. Y lo mejor es que podemos hacerlo nosotros mismos en casa.
Si quieres aprender un poco más sobre estos materiales, aquí tenéis un vídeo en el que os explico como preparar el sustrato para la mesa de cultivo, además de una pequeña muestra de la calidad que dan a la hora de germinar nuestras semillas.
¿Quién no gusta del trinar de pájaros en la huerta? Toda una señal de que el ecosistema en nuestro huerto es el correcto.
Y es que pese a que a veces puedan llegar a ser molestos en grandes bandadas o incluso un problema grave, podemos decir a ciencia cierta que si las pequeñas aves que pueblan el cielo de nuestros campos visitan nuestro huerto, es porque en él además de encontrar nuestras deliciosas lechugas y plantones tiernos, buscan insectos y anélidos como nuestras lombrices, imprescindibles junto a la fauna microorganica de mantener el sustrato de nuestros cultivos en condiciones óptimas. De este modo, se convierten en uno de nuestros más fieles aliados a la hora de mantener alejadas las plagas más indeseables.
Cajas nido realizadas con diferentes tipos de corcho
